MENSAJE DE LA PRESIDENTA

Mi padre siempre nos recalcó la importancia que tiene la educación y nos inculcó mucho sobre el apoyo y servicio social, en especial a la juventud. Desde pequeña soñé con poder ayudar a la comunidad a través de la educación. Soy fiel creyente que sin educación, no hay progreso.

Comencé apoyando a través de becas y luego me enteré del Programa Empresarial ¡Supérate!. Con ¡Supérate! vi la oportunidad de hacer realidad mi sueño y con la ayuda de Dios y el aporte de la empresa, se hizo realidad.

Si no educamos a la juventud, nuestro país no puede prosperar. Una sociedad educada, es una sociedad que sale adelante. La educación forma profesionales y cambia vidas. La educación permite a los jóvenes forjar un mejor futuro, cambiar esquemas y romper paradigmas. Les brinda la capacidad de aprovechar oportunidades y enriquecerse cultural, intelectual y espiritualmente.

A todos los que nos ha apoyado desde un principio los invito a que vean el fruto de su apoyo. Gracias a su donación, han convertido a jóvenes en profesionales realizados e íntegros. Les agradezco infinitamente por su apoyo e invito a otros a que se sumen a la causa.